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30 de marzo de 2017
No se deje engatusar por las noticias de entregas realizadas por robots voladores. Todavía no nos movemos por completo en el territorio de Los Supersónicos. Solo porque Amazon haya conseguido patentes para el uso de drones y centros para la gestión de pedidos aéreos , no significa que estas tecnologías de entrega sean ya inminentes. Los vehículos de mercancías se seguirán usando hoy, mañana y durante mucho tiempo para transportar los paquetes del comercio electrónico hasta los hogares de los compradores.
El problema con los vehículos (y el porqué de los drones como solución para aumentar el servicio de entregas) es que no tienen espacio suficiente para responder a la avalancha de entregas del comercio electrónico. Sin embargo, los vehículos no van a crecer en cuanto a tamaño. Si el vehículo es más grande, necesita más combustible, cumplir con más normativas y más conductores.
Esta cuestión ha obligado a las empresas de transporte a sacar más partido de cada vehículo o a incrementar los ingresos de cada envío. De hecho, han optado por la segunda solución y han decidido cobrar por el espacio en lugar de por el peso.
Implementado en 2015 por las principales empresas de transporte de paquetes, el peso dimensional es una técnica de fijación de precios asignada a un envío basado en el volumen frente al peso real. Refleja la densidad del paquete. A principios de este año, UPS y FedEx establecieron un denominador más pequeño, lo que significa una dimensión más pesada y, por tanto, mayores costes de transporte. Lo más probable es que este último aumento no sea el último ya que las entregas a domicilio de comercio electrónico no son tan rentables como los segmentos de empresa a empresa para los principales operadores.
La revista DC Velocity informó de que el peso dimensional no se centrará tanto en las grandes corporaciones, sino en las pequeñas y medianas empresas que carecen de volúmenes suficientes como para tener influencia a la hora de negociar con los transportistas, o bien no están educadas en los entresijos de los precios de peso dimensional.
Para contrarrestar las tarifas por peso dimensional, los expedidores deben replantearse usar materiales de embalaje y métodos secundarios, y aplicar cambios inmediatos que permitan crear paquetes más prácticos y más pequeños. Una buena forma de empezar es trabajar en una fórmula con estas tres variables:
La variable que se aplique dependerá mucho de la industria o, simplemente, de lo que ese día necesite la empresa. Haciendo las preguntas adecuadas, el responsable de la toma de decisiones puede encontrar el equilibrio correcto y cumplir el objetivo de un paquete optimizado con la menor carga logística posible.
Cuando esta metodología esté consolidada, los expedidores deberían replantearse el concepto de caja tradicional para combatir los crecientes cargos por peso dimensional. Los paquetes más pequeños pueden seguir ofreciendo una protección fiable con opciones como:
Sobres de envío: son todo un clásico, pero siguen siendo rápidos, asequibles y fáciles de usar. Hasta hace muy poco, solo se podían meter artículos ligeros en un sobre, pero, con las últimas innovaciones, algunos envíos pueden contener ahora hasta casi 1,5 kg.
Envoltorio de caja resistente: este material opaco permite prescindir de una caja corrugada secundaria porque envuelve el embalaje principal y lo refuerza lo suficiente para la entrega. Además, ya hay miles de puntos de recogida para reciclaje en todo Estados Unidos.
Automatización de tamaño ajustado: los tamaños de las cajas corrugadas en almacén son una de las principales causas de los cargos por peso dimensional. Las máquinas automatizadas pueden producir cajas y bolsas de polietileno que se adapten al tamaño específico de cada pedido.
Amortiguación de aire inflable: soluciones inflables creadas bajo demanda que ofrecen una gran protección contra daños en espacios más pequeños con menos aire que nunca hasta ahora.
Espuma bajo demanda: como las soluciones inflables, la espuma protege en espacios limitados y su uso está perfectamente indicado para artículos industriales o con formas poco frecuentes.
Los expedidores no tienen que sentirse ahogados por tarifas de peso dimensional exorbitantes. Con el poder del embalaje, las empresas pueden usar paquetes más pequeños que ofrecen una protección fantástica y, a la vez, mejoran la experiencia del cliente.